(Jn 16,5-11) |
Nos dice nuestro Señor Jesús que conviene que se vaya, pues de esa forma vendrá a nosotros el Paráclito, que nos defenderá y asistirá en nuestro camino hacia la Casa del Padre. Es verdad que sin el Señor estamos perdidos, por eso, los apóstoles y discípulos estaban tristes. El camino sin Jesús no se puede superar.
Nuestra naturaleza está tocada por el príncipe de este mundo, y sin el Señor estamos atrapados en sus manos. La tristeza de los apóstoles y discípulos era lógica. Por eso, Jesús nos anima y nos aclara que conviene su marcha, su ascensión al Padre, porque solo de esa manera será enviado el Paráclito, que nos defenderá contra todo mal, y nos asistirá en el duro camino de nuestro peregrinar a la Casa del Padre.
Hemos triunfado, porque el príncipe de este mundo ha sido vencido por la Resurrección de Jesús. El Señor nos ha liberado y ahora con la defensa del Espíritu Santo nuestro camino, por duro y difícil que sea, será superado.
Demos gracias al Padre que, en nombre del Hijo, nos ha enviado al Defensor que nos señalará el camino por donde hemos de dirigirnos para alcanzar la Casa del Padre. Él nos enseñará y recordará todo aquello que Jesús nos enseñó, y nos dará la fortaleza, la sabiduría, el entendimiento, los consejos y todo lo que necesitaremos para cumplir la Voluntad del Padre. Amén.
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