viernes, 29 de noviembre de 2013

LOS SIGNOS NOS DESCUBREN LOS ACONTECIMIENTOS

(Lc 21,29-33)


Sabemos o presagiamos cuando puede llover. Raramente llega la lluvia en un día soleado y esplendido. Se prepara y se adorna para advertirnos de su visita, y primero amenaza, cambia el cielo de color y nos avisa que está próxima su llegada. Y empieza gota a gota, y en segundos diluvia.

De igual forma, cuando empiezan los acontecimientos a producirse, según nos ha hablado estos días atrás la Palabra de Dios, son señales que nos advierte de la proximidad del Reino. Debemos estar despiertos y atentos a estas señales, que más que asustarnos nos alertan de que la llegada del Señor está próxima.

Pidámosle al Espíritu Santo que nos mantenga despiertos y atentos a sus signos y señales, y que no permita que podamos distraernos con las luces y engaños de este mundo que pretende desviarnos.

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