martes, 3 de junio de 2014

¡SEÑOR, AYUDAME EN MI HORA!


(Jn 17,1-11a)

Señor, Tú ya no estás en el mundo y has vuelto al Padre, pero nosotros seguimos aquí, en este mundo lleno de peligros, obstáculos y tentaciones que tratan de apartarnos y perdernos. Sin embargo, Señor, no estamos desesperados porque Tú ruegas por nosotros y porque nos sabemos hijos del Padre en tu Nombre.

Señor nos das mucha confianza el oírte decir: «Por ellos ruego; no ruego por el mundo, sino por los que tú me has dado, porque son tuyos; y todo lo mío es tuyo y todo lo tuyo es mío; y yo he sido glorificado en ellos. Yo ya no estoy en el mundo, pero ellos sí están en el mundo, y yo voy a ti».

Nos sentimos protegidos y cuidados por Ti y recibimos la fuerza de tu Espíritu que nos ha sido enviado por el Padre en tu Nombre. Sabemos lo que nos espera: persecuciones y sacrificios ahora, pero llegará la hora en que nos reuniremos contigo y todo será fiesta, alegría y felicidad eterna.

Te pedimos Señor que nos des las fuerzas para permanecer fieles a tu Espíritu y que podamos soportar todas las adversidades hasta la hora de tu regreso, que será también nuestra hora. Amén.

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