lunes, 5 de octubre de 2015

TODO ES GRACIA DE DIOS



Tomar conciencia que estamos vivos y que tenemos la oportunidad de estarlo felizmente para siempre es el mayor tesoro que podemos imaginar, y la mayor acción de Gracia que podemos celebrar y ofrecer. Damos gracias a Dios porque por su Amor y Misericordia nos sostiene y nos salva.

No podemos obviar que hemos recibido unos talentos, y una capacidad para rendir y dar frutos. Cada cual sabe de sus posibilidades y también de sus esfuerzos. Somos libres. Hemos recibido también ese don de la libertad, y Dios cuenta con nosotros, pero respetando esa libertad que El mismo nos ha regalado. 

Dependerá, en ese sentido, de qué nuestros talentos sean puestos al servicio de la Voluntad de Dios y que, por su Gracia, den muchos y buenos frutos. No estamos diciendo que tengamos nosotros algún mérito, sino que Dios ha querido que, libremente y voluntariamente, participemos nosotros también Nos ha dejado esa elección, y esa es nuestra responsabilidad.

Y no cabe duda que las inclemencias del tiempo, las posibilidades de lluvia y otras circunstancias, dejaban al hombre impotente y dispuesto a pedir a Dios favores para sus cosechas. Y eso desembocaba en acción de gracia para obtener una buena cosecha. El hombre descubre su dependencia total de Dios y la necesidad de pedir y dar gracias por todo lo recibido.

Pero también vivimos tiempos de olvido por el progreso. Las nuevas técnicas con las que luchamos contra los malos tiempos y las dificultades que la vida nos presenta, nos hacen pensar que Dios ya no nos es muy necesario. Incluso nos atrevemos a pensar que podemos vivir sin Dios, y que con los avances de la ciencia ya somos nosotros otros dioses. La tentación del pecado sigue ahí y permanece activa. La soberbia se enciende en nuestro corazón.

Pidamos al Señor que sepamos discernir todo lo que somos y todo lo que hemos recibido de sus Manos generosas, por su Misericordia y Amor. Y que humildemente sepamos agradecerle todo aquello que recibido por su Amor nos sostiene y nos da la oportunidad de descubrirle y amarle.

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