Mt 13,24-30 |
La vida es hermosa, en eso todos estamos de acuerdo, pero no es hermosa para todos. O, al menos no para muchos. Algunos sufren muchos avatares y en sus vidas aparecen mucha cizaña, y todo ha empeorado al querer arrancarla cuando quizás no procedía. Porque, con ella se han ido otras semillas buenas que nos venían muy bien.
Posiblemente nunca entenderemos por qué crece la cizaña cuando nunca la hemos plantado. Aparece sin darnos cuenta y como por arte de magia. Y es que Alguien se preocupa que crezca y la siembra junto al trigo. Hay mucha cizaña en nuestro corazón y tendremos que tener mucho cuidado y saber rechazarla y eliminarla a la hora y en el momento oportuno. No todos los momentos son válidos, pues puede ser que peligre también el arrancar el trigo junto con la cizaña. Se necesita saber la hora y el momento adecuado.
Ocurre en nuestra vida que, casi sin darnos cuenta, las malas intenciones y malos deseos anidan también en nuestros corazones. Se nos hace difícil evitar que se mezclen y al querer eliminar los malos corren peligro también los buenos. La paciencia y la perseverancia son grandes virtudes y saber servirnos de ellas es muy importante y necesario. El Espíritu Santo está con nosotros y podemos confiar en Él dejándole campo de acción para que sea Él quien decida el momento oportuno.
No desesperemos ni perdamos la esperanza de confiar, obedecer y tener fe en las órdenes del Dueño de nuestra vida. Conoce al enemigo y sabe y tiene poder para vencerle. Hagamos lo que nos dice.
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