viernes, 24 de agosto de 2018

BUSCA EN TU CORAZÓN, QUIZÁSTENGAS UNA LLAMADA

Posiblemente, en estos tiempos modernos esté en el buzón de voz de tu corazón. Una llamada que te invita a acercarte a Él y a conocerle. Una llamada, que quizás tú no le des importancia ni la estime, de alguien importante. Una llamada que, descubierta de donde viene, no te atrae ni te inspira confianza. Al contrario te da escepticismo y, posiblemente, por algún amigo accedes a acercarte a ese, para ti, poco valorado y desconocido.

Imagen relacionada
Jn 1,45-51
Quizás este relato coincide con el de muchos a la hora de plantearse el acercamiento a Jesús. Quizás, te haya sucedido a ti a través de algún amigo; quizás hayas sido invitado a escuchar a Jesús, pero, por tu apatía, escepticismo o cualquier otra causa has renunciado a acercarte o no le has escuchado. El caso que hoy nos ocupa y que nos pone el Evangelio es parecido, pero Natanael, animado por Felipe, aunque escéptico, se acercó a Jesús. La sorpresa fue que, descubierto y admirado por lo que Jesús dijo de él, quedó postrado a sus pies hasta el punto de clamar: «Rabbí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel».

Es posible que a ti te haya pasado algo parecido, pero que no ha terminado de la misma forma que sucedió con Natanael. Es posible que tú hayas cerrado tu corazón y que todavía no descubras en Jesús la verdadera y única razón de tu vida. ¡Es posible!, pero, ¡mira!, no hay otro camino. Sin Jesús la vida es poca cosa y todo se oscurece muy pronto. Nada, sin Él tiene sentido. Sin Él no hay camino ni lugar a donde ir. Bien lo dijo Pedro -Jn 6, 68-69- y lo experimentamos los que le seguimos ardientemente.

Es verdad que la oscuridad está siempre presente. A veces pienso que es necesaria, por la oscuridad reclama luz y la luz enciende y afirma la fe. Sí, necesitamos creer como Natanael y abandonarnos en las Manos del Señor, porque en Él hallaremos Luz, Camino, Verdad y Vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es esforzarnos en conocernos, y conociéndonos podemos querernos un poco más.

Tu comentario se hace importante y necesario.