Cuando Moisés pregunta al SEÑOR por su nombre, DIOS , nuestro PADRE, le responde: Yo soy el que está con ustedes: "YAHVÉ". DIOS se define como un DIOS que está con nosotros: "EN - MANU - EL". La palabra judía que significa EN= con; MANU= nosotros, y EL= DIOS.
Cuando llega el momento de proclamar a los griegos el Evangelio se les presenta en su lengua y se les habla de un DIOS escondido = SACROS= DIOS; MENTHOS= Escondido. El DIOS que no se ve y que muchos todavía esperan y buscan en el firmamento y en la Idea, se encuentra escondido en JESÚS, hombre y DIOS.
El pecado de muchos es buscar a DIOS en su Divinidad Infinita y Omnipotente, en su Idea de concebirlo como Alguien que está por encima de todos nosotros. Y en algo tienen verdad, que DIOS es inalcanzable y está por encima de todo lo creado, visible e invisible. Pero si de buscar a DIOS se trata, hay que hacerlo en JESÚS. Sólo ÉL es el Camino, la Verdad y la Vida. Todo fue concebido, pensado, armado, destinado, supeditado a ÉL. ÉL es la Piedra Angular donde todo gira a su alrededor.
Por eso, cuando se habla de DIOS hay que hacerlo desde JESÚS, porque ÉL es ese DIOS que todos buscamos, cercano, que escucha, que cura, que alivia, que da esperanza, que salva y libera. ÉL es ese DIOS que nos espera, nos aguanta, nos recibe, nos perdona y que viene a cuidar de los más pequeños, más pobres, los desposeídos, los sin nada de nada. Los no tenidos en cuenta.
Ese es el DIOS visible, que se manifiesta, que se ve, que se palpa, que se siente. ¿Cómo, todavía dicen algunos, sabios, ricos, intelectuales, suficientes, poderosos, soberbios y... que no lo han visto o que no le conocen? ¿No observan como los cojos andan, como los ciegos ven, como los enfermos sanan, como los pobres son atendidos?
¿Y dónde ven eso, preguntan? ¿Dónde sí no? En la Iglesia, en nuestra Santa Madre la Iglesia, porque si de eso se trata, de buscar a DIOS, búscalo en JESÚS, pero a JESÚS búscalo en la Iglesia. Y verás cómo son curados los leprosos, atendidos los hambrientos, enseñados los ignorantes, acogidos los enfermos y desamparados...etc. ¿Qué no lo has visto? Mira bien a tu alrededor, la Iglesia está muy cerca.
La Iglesia tiene muchos nombres pequeñitos, pero que cuando se juntan significan y se leen "IGLESIA". Se me ocurre nombrar a algunos: Damián, Teresa, Juan de DIOS, Isidoro, Vicente, Emmanuelle, Juan Bosco, Francisco de Asís, y la lista sería interminable, al margen de los anónimos.
Es en esta Iglesia donde está JESÚS por todas las esquinas; en todos los lugares; en todos las situaciones, problemas y... No es difícil encontrarlo, sí, algo más difícil seguirlo, porque aunque no te pida nada a cambio y te de todo lo que te hace falta, es necesario que tú quieras y pongas tu vaso boca arriba para que te llenes de su Gracia, la que te ayudará a caminar junto a ÉL a pesar de lo empinado del camino.
Cuando llega el momento de proclamar a los griegos el Evangelio se les presenta en su lengua y se les habla de un DIOS escondido = SACROS= DIOS; MENTHOS= Escondido. El DIOS que no se ve y que muchos todavía esperan y buscan en el firmamento y en la Idea, se encuentra escondido en JESÚS, hombre y DIOS.
El pecado de muchos es buscar a DIOS en su Divinidad Infinita y Omnipotente, en su Idea de concebirlo como Alguien que está por encima de todos nosotros. Y en algo tienen verdad, que DIOS es inalcanzable y está por encima de todo lo creado, visible e invisible. Pero si de buscar a DIOS se trata, hay que hacerlo en JESÚS. Sólo ÉL es el Camino, la Verdad y la Vida. Todo fue concebido, pensado, armado, destinado, supeditado a ÉL. ÉL es la Piedra Angular donde todo gira a su alrededor.
Por eso, cuando se habla de DIOS hay que hacerlo desde JESÚS, porque ÉL es ese DIOS que todos buscamos, cercano, que escucha, que cura, que alivia, que da esperanza, que salva y libera. ÉL es ese DIOS que nos espera, nos aguanta, nos recibe, nos perdona y que viene a cuidar de los más pequeños, más pobres, los desposeídos, los sin nada de nada. Los no tenidos en cuenta.
Ese es el DIOS visible, que se manifiesta, que se ve, que se palpa, que se siente. ¿Cómo, todavía dicen algunos, sabios, ricos, intelectuales, suficientes, poderosos, soberbios y... que no lo han visto o que no le conocen? ¿No observan como los cojos andan, como los ciegos ven, como los enfermos sanan, como los pobres son atendidos?
¿Y dónde ven eso, preguntan? ¿Dónde sí no? En la Iglesia, en nuestra Santa Madre la Iglesia, porque si de eso se trata, de buscar a DIOS, búscalo en JESÚS, pero a JESÚS búscalo en la Iglesia. Y verás cómo son curados los leprosos, atendidos los hambrientos, enseñados los ignorantes, acogidos los enfermos y desamparados...etc. ¿Qué no lo has visto? Mira bien a tu alrededor, la Iglesia está muy cerca.
La Iglesia tiene muchos nombres pequeñitos, pero que cuando se juntan significan y se leen "IGLESIA". Se me ocurre nombrar a algunos: Damián, Teresa, Juan de DIOS, Isidoro, Vicente, Emmanuelle, Juan Bosco, Francisco de Asís, y la lista sería interminable, al margen de los anónimos.
Es en esta Iglesia donde está JESÚS por todas las esquinas; en todos los lugares; en todos las situaciones, problemas y... No es difícil encontrarlo, sí, algo más difícil seguirlo, porque aunque no te pida nada a cambio y te de todo lo que te hace falta, es necesario que tú quieras y pongas tu vaso boca arriba para que te llenes de su Gracia, la que te ayudará a caminar junto a ÉL a pesar de lo empinado del camino.
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