domingo, 18 de abril de 2010

PUNTOS DEL CATECISMO MEDITADOS POR EL PADRE JESÚS.


PRIMERA PARTE LA PROFESIÓN DE LA FE
-PRIMERA SECCIÓN «CREO»-«CREEMOS»
-CAPÍTULO PRIMERO: EL HOMBRE ES "CAPAZ" DE DIOS

CAPÍTULO PRIMERO:
EL HOMBRE ES "CAPAZ" DE DIOS

IV ¿Cómo hablar de Dios?- Número 42



42 Dios transciende toda criatura. Es preciso, pues, purificar sin cesar nuestro lenguaje de todo lo que tiene de limitado, de expresión por medio de imágenes, de imperfecto, para no confundir al Dios "inefable, incomprensible, invisible, inalcanzable" (Anáfora de la Liturgia de San Juan Crisóstomo) con nuestras representaciones humanas. Nuestras palabras humanas quedan siempre más acá del Misterio de Dios.



Meditación:

CAPÍTULO PRIMERO:
EL HOMBRE ES "CAPAZ" DE DIOS
* IV ¿Cómo hablar de Dios? nº 42

Dios no se puede explicar en toda su Verdad, Belleza y Misericordia, porque el Amor no se explica; se conoce, se vive, se siente y se comparte. Cuando el hombre ame a Dios, empezará a conocerlo porque la misma esencia del amor lo reconocerá.

Muchos han amado unas veces más que otras, pues amar a Dios es amar con todo el amor. ¿Verdad que hay felicidad en amar y ser correspondido? Pues eso es Dios: Se ama y se corresponde así mismo, porque son tres Personas en Uno, y por eso es Amor.

Conocerás a Dios cuando ames a Dios, en Dios Padre y en Dios Hijo y en Dios Espíritu Santo.

P. Jesús

Mi comentario:

Hay mucha gente que rechaza a DIOS, y lo hacen porque no entienden lo que no ven, luego, como no comprenden muchas cosas con respecto a DIOS no lo reconocen ni creen en ÉL. Sí, admiten que debe de haber un ser superior que haya creado este mundo real que está delante de nosotros, pero no que JESÚS es DIOS y que ha muerto por nosotros.

Tienen muchos problemas, como los tuvo Tomás, para reconocer que alguien haya resucitado y que, con ese poder, no arregle los problemas que el mundo tiene planteado hoy, así como el sufrimiento, dolor y tragedias naturales. No quieren entender nada y no hacen ningún esfuerzo por acercarse a conocerlo.

Y todo está escondido en que para amar hay que conocer, y para conocer hay que experimentar y eso supone un esfuerzo de búsqueda y un camino de atrevimiento y riesgos. Es lo que le pasó a una persona que tenía muchos problemas y dudas, y al presentárselas a un sacerdote, éste le dijo: "primero confiesese y luego presente las dudas". Ocurrió que confesado y llegada la hora de hablar de los problemas y dudas, todas habían desaparecido.

Posiblemente, Satanás esté impidiendo ver claro, pero una vez confesado y alejado el Diablo, todo se ve mejor. Lo que se conoce no se puede amar, y menos desearlo. Sólo desde la sed de búsqueda y del compromiso de caminar en ÉL se puede entender su presencia y su amor.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es esforzarnos en conocernos, y conociéndonos podemos querernos un poco más.

Tu comentario se hace importante y necesario.