viernes, 22 de julio de 2011

DEL TRATO SURGE EL CONOCIMIENTO (Jn 20, 1-2. 11-18)

¿A quién buscas?

Si pararnos a pensar creemos que de la confianza surge el trato íntimo y la comunicación entre las personas. Pero, parados en una atenta reflexión, observamos que de la frecuente comunicación y esfuerzos de diálogo va surgiendo la confianza. Cuando daba cursillos prematrimoniales solía decir que la confianza es la hija del diálogo. Y verdaderamente me parece que es así.

En la medida que nos acercamos a la Eucaristía y a la oración (diálogo) con JESÚS, vamos entrando, por su Gracia, en la confianza y en la intimidad con ÉL. Del trato surge la confianza y, como consecuencia, el conocimiento. Eso fue lo que le ocurrió a María Magdalena al oír la exclamación de JESÚS. Su trato había sido tan intenso y frecuente en los tres años de vida pública de JESÚS, que distinguía perfectamente su tono y su especial forma de hablar. Inmediatamente exclamó: ¡Maestro!

SEÑOR, dame la Gracia de conocerte en mi trato
de cada día, porque eso significará que
hablaré contigo diariamente.

No dejes que pase un día sin mantener una 
conversación contigo, sin visitarte y sin 
intercambiar mis inquietudes y
ponerlas en tu presencia. Amén.

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