martes, 11 de octubre de 2011

SÓLO IMPORTA LO QUE HAY DE VERDAD

Lucas 11,37-41

Y es que otra cosa no tiene sentido. De nada vale llevar lo exterior impecable si lo que tiene que estarlo, lo de dentro, no va limpio. En otras palabras diríamos, de nada sirve aparentar si luego esa apariencia no se corresponde con la verdad.

Y esto es lo que nos dice la Palabra hoy en el Evangelio correspondiente. El cumplimiento y la norma obedecen más a un rito y costumbre que a una verdad, porque la verdad no necesita de normas ni de cumplimientos. Lo que es, siempre es y nunca cambia, mientras que la norma puede ser hoy y mañana no ser.

Por eso, nuestras leyes, que ahora son, pero mañana pueden ser otras, tienen que estar supeditadas a la Ley Natural, la Ley de las virtudes y los valores que dignifican al hombre y le hacen precisamente hombre. 

Porque la esencia de la vida y, por supuesto, del hombre es el amor. Ser persona significa estar llamado a la relación, y la relación no se entiende sin la comunicación. Comunicarse implica entenderse hasta la unión. Y sin el amor no hay unión. Y amar significa estar por encima de toda norma y cumplimiento. Significa estar abierto a la verdad del otro y, por amor, a su servicio. Lo demás, si no estorba, está bien, pero pasa a un segundo plano.

Te pido luz para discernir, DIOS mío, lo necesario e
imprescindible, de lo accesorio y normativo,
pues sólo una cosa es vital y
necesaria: "El amor". Amén.

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