viernes, 7 de septiembre de 2012

CADA COSA A SU DEBIDO TIEMPO...


 - Lucas 5, 33-39. Luego le dijeron: "Los discípulos de Juan ayunan ...
porque dos cosas no se pueden hacer a la vez. Hay un tiempo para reflexionar, otro para realizar tareas de limpieza; otro para la tarea de higiene, de trabajo, de...etc. Hay un tiempo, vital y sin el que no podríamos hacer nada, para hablar con Dios. ¡Lo necesitamos irrevocablemente!

Pero eso significa que cada tiempo trae consigo lo que demanda. Y unas veces será alegría, fiesta y diversión, y otras será descanso, reflexión y oración. Y no faltará el momento de tristeza, del sacrificio y ayuno que en su momento las circunstancias demanden. Todo tendrá su hora, pero lo verdaderamente importante será que esa hora la vivamos, ya sea alegría o tristeza, en la presencia del Señor.

Porque cuando compartimos la alegría, toca alegrarse en y con el Señor, y cuando llega el momento de compartir la pasión, nuestra propia pasión, con el Señor, toca ofrecérsela, ayunar y aceptar esos momentos de sufrimiento.

Hoy te pedimos, Señor, la gracia de sabernos en tu presencia, de tomar conciencia que tu Gracia nos sostiene y que en las penas y las alegrías Tú nos acompañas y nos confortas. Amén.

1 comentario:

  1. Muy bien Salvador tu reflexión a propósito del Evangelio de la Misa. Saludos QDTB

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