(Jn 16, 23-28) |
Porque realmente somos hijos adoptivos, en Xto. Jesús, del Padre, pues el Padre nos quiere por nuestra fe en su Hijo Jesús, y nos hace sus hijos por el Bautismo. ¿Y qué hijo no le pide a su Padre lo que necesita? ¿Y qué Padre no le da a su hijo lo que necesita? Ahora, lo importante es saber lo que verdaderamente es necesario, y para qué. Porque solo una cosa es importante: Alcanzar la gloria de vivir eternamente junto al Padre.
Y esta es la verdadera necesidad y lo que hay que pedir. Pedir todo aquello que nos pueda valer y necesitar para, en nuestro paso por este mundo, vivir y cumplir la Voluntad del Padre. No nos sirven riquezas, poderes, bienes y placeres. Sólo sirve el amor entregado de forma gratuita y desinteresada por el bien de los demás. Así nos ama el Padre, así nos ama y amó su Hijo enviado a enseñarnos como el Padre nos ama y lo que quiere de cada uno de nosotros.
Una cosa tengamos clara, que el Padre nos dará todo lo que sea para nuestro bien y salvación en nombre del Hijo. Por lo tanto, no dejemos de pedir en ese sentido. El Padre todo lo cumple y quiere el bien de sus hijos.
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