(Mc 12,13-17) |
Dentro de nosotros cohabita el bien y el mal. Tenemos buenas intenciones, pero también están las malas, y ambas establecen una lucha interior que nos hacen la vida insoportable, dura y camino de cruces. Por eso, necesitamos caminar injertados a Xto. Jesús y asistidos en el Espíritu Santo. Él es quien nos guía y nos enseña el verdadero camino, y nos fortalece para la lucha de cada día.
Jesús fue muchas veces puesto a prueba, y con mucha mala intención como ocurre en el día de hoy. Querían enfrentarle con el Cesar y la pregunta que le hicieron traía mucho veneno en ese sentido. Pero Jesús, guiado en por el Espíritu y la sabiduría del Padre da plena respuesta llena de justicia y amor: «¿De quién es esta imagen y la inscripción?». Ellos le dijeron: «Del
César». Jesús les dijo: «Lo del César, devolvédselo al César, y lo de
Dios, a Dios».
Magistral lección que nos descubre cuan debe ser nuestro camino en el camino, valga la redundancia, de nuestra vida. Saber elegir entre las cosas e intereses que nos propone el mundo, muchas veces justas o aparentemente justas, y otras no, y la Voluntad de Dios que antepone a la justicia la Misericordia y el Amor. Alumbrar este criterio con la parábola del Hijo prodigo siempre nos hará mucho bien.
Postrados ante ti, Señor, y admirados de tu sabiduría y amor por nosotros, te pedimos que nos alumbres y nos descubras siempre el camino que nos lleva a vivir en tu Voluntad y no en la nuestra. Amén.
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