sábado, 5 de octubre de 2013

EXPERIMENTAR NECESIDAD PARA PEDIR

Mt 7, 7-11

Sin desear o experimentar deseos y necesidad difícilmente se podrá sentir la necesidad de pedir. Es necesario, primero ser necesitado, para luego pedir. Por eso, pedir significa buscar el camino para encontrar ese tesoro que todos buscamos. ¿Y cuál es ese tesoro? En nuestras cabezas palpitarán muchas cosas y deseos, pero en lo más profundo de cada uno hay un deseo de felicidad.

Todos buscamos ser felices. Y esa felicidad pasa por encontrarnos bien y plenos de aceptarnos tal y como somos. Y de no desear ser como el otro ni ambicionar lo que tiene el otro. Ser feliz es no desear nada más que lo que tenemos. Estar llenos de plenitud y de gozo. Es decir, de una paz que nos reboza el corazón de quietud y bienestar.

Pero con una condición imprescindible: "Eternidad". Es decir, que esa paz y bienestar no termine nunca. Porque entonces será un volver a empezar de nuevo. Y eso sólo hay una Persona que lo ha ofrecido y de balde, por amor. "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida, quien come mi Cuerpo y bebe mi Sangre vivirá eternamente".

Y hoy, ese mismo Jesús, Dios verdadero, nos invita a que pidamos todas nuestras necesidades. Nos anima a pedir y a perseverar en esa petición. Pidámosle que nos dé la sabiduría de saber pedir lo que realmente estamos buscando, a pesar de nuestros despistes y distracciones.

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