(Lc 11,47-54) |
¿No nos damos cuenta que eso mismo está pasando hoy? Continúan dando premios, honores y homenajes a personas que se han distinguido por su bondad y santidad (posibles profetas de nuestro tiempo), pero con la intención de acallarlos y de confundir. Se hace el guiño de estar de acuerdos con lo que ellos proclaman y defienden, pero nada más. La vida sigue igual y tras edificarles sepulcros y homenajes todo queda enterrado.
Cuando no, a la mayoría se le ha perseguido, calumniado hasta hacerle la vida imposible. Luego, cuando se le ha callado la boca, se le ha rendido falsa alabanza y al sepulcro. Hoy está pasando lo mismo. Se trata de apartar a aquellos que molestan, que no están de acuerdos con la mayoría. Les hacen la vida imposible y hay que buscar la manera de quitarlos del medio.
« ¡Ay de vosotros, porque edificáis los sepulcros de los profetas que vuestros...! Y cuando salió de allí, comenzaron los escribas y fariseos a acosarle
implacablemente y hacerle hablar de muchas cosas, buscando, con
insidias, cazar alguna palabra de su boca.
¿No le está ocurriendo hoy lo mismo a muchos santos y profetas de nuestro tiempo? ¿No hay abierta una discusión y desconfianza contra nuestro Papa Francisco, pues parece que su manera de actuar molesta? La Palabra de Dios se hace actual y es de hoy. Nos viene muy bien meditarla serenamente y preguntarnos, ¿qué está pasando hoy?
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