martes, 28 de junio de 2016

TIEMPO DE TEMPESTADES

(Mt 8,23-27)

La vida es el espacio, lo hemos dicho en otras reflexiones, que transcurre desde nuestro nacimiento hasta la hora de nuestra muerte en este mundo. Porque no es el final, sino una transformación, pues la vida sigue. Y sigue latiendo eternamente. Sólo que, a la derecha o izquierda del Señor. Y es ahí donde está la temeridad o tempestad que nos atemoriza y nos da miedo.

Por eso es bueno que ese miedo, santo temor, nos ayude a descubrir al Señor y a despertarlo en nuestro corazón. Porque, Jesús, aunque aparentemente dormido, siempre está despierto y atento a serenarnos y a llenarnos de paz y seguridad. Necesitamos tiempo para entender que ese espacio temeroso que nos produce tormentas en nuestras vidas, es necesario para madurar nuestra fe.

Tras la experiencia, los discípulos, atemorizados y desesperados, le despertaron para que arreglara aquella situación creyendo que iban a perecer. Y Jesús, viendo la poca fe que tenían les recriminó sus miedos, e increpando a los vientos y al mar sobrevino una gran bonanza. Y continúa el Evangelio diciendo: Y aquellos hombres, maravillados, decían: «¿Quién es éste, que hasta los vientos y el mar le obedecen.

¿Tenemos nosotros experiencias que nos descubran la presencia de Jesús entre nosotros? Porque si Jesús ha Resucitado vive entre nosotros. Porque Él nos ha dicho que estará con nosotros hasta el final de los tiempos. Luego, ¿le llamamos y despertamos cuando vienen tempestades a nuestras vidas? ¿Tenemos puesta nuestra confianza en Él?

Hoy, no sólo en aquel tiempo, Jesús sigue subiéndose a la barca. Quizás hoy o mañana será tu barca, y se hará, posiblemente, el dormido. Y esperará tu reacción y tu confianza puesta en Él. Pidamos la Espíritu Santo que nos de la paciencia, fortaleza y serenidad para saber que estando Jesús con nosotros nada nos puede ocurrir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es esforzarnos en conocernos, y conociéndonos podemos querernos un poco más.

Tu comentario se hace importante y necesario.