domingo, 15 de abril de 2018

NECESITADOS DE PRUEBAS PARA CREER

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También tú y yo necesitamos prueba para creer. Tenemos muchas dudas y el mal sembrado en este mundo por los hombres nos levanta muchas más. Jesús es consciente de ello y, por eso, nos da señales y pruebas de que es Él y ha Resucitado. Quiere afirmar nuestra fe y se muestra a sus apóstoles para animarlos y para fortalecerlos. Ellos son sus testigos y los que han, en el Espíritu Santo, de llevar la buena Noticia de salvación por todo el mundo.

También nos toca a nosotros ahora responder a la misma misión. Por nuestro bautismo estamos llenos del Espíritu Santo y comprometidos a transmitir esa buena Noticia de salvación. Noticia que se concreta en esa Alianza que Dios ha hecho con cada uno de nosotros grabándonos en nuestros corazones la huella de su amor y salvación -Jr 31, 31-.

A pesar de todas esas pruebas, las dudas no desaparecen. Hay muchos momentos en nuestro camino que surge la duda por un mal testimonio o por cosas que no podemos explicarnos y que nos hacen dudar. Necesitamos apoyarnos en la comunidad y en fortalecernos los unos a los otros. En medio está siempre el Señor y unidos a Él nadie nos podrá vencer. Le necesitamos -Jn 15, 5- porque sin Él nada podemos.

Jesús ha Resucitado. Esa es nuestra fe y nuestra esperanza. En Él creemos y en Él nos apoyamos y abandonamos. Todo se ha cumplido, según las Escrituras, en Él. Así estaba escrito en la Ley de Moisés y los Profetas, y así se ha ido cumpliendo todo en Él hasta su Resurrección. Esa es la prueba madre de nuestra fe. Jesús ha Resucitado. Estaba escrito en las Escrituras y así se ha cumplido.

Seamos perseverantes y pacientes. El Señor se nos manifiesta de muchas formas en nuestra vida. Nuestra esperanza no está en este mundo, sino en aquel que Jesús nos ha prometido. Vivamos nuestro paso por el este mundo con la esperanza trascendente de llegar al que Jesús ha ido a prepararnos.

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