martes, 6 de noviembre de 2018

¿DÓNDE ESTÁ LA INTELIGENCIA DEL HOMBRE?



Resultado de imagen de Lc 14,15-24Todos buscamos lo mejor, y lo mejor es la felicidad plena y eterna. Claro, creemos que eso es imposible, al menos en este mundo, pero, así y todo lo buscamos incesantemente. Pero, de la misma forma somos capaces de rechazarlo cuando nos ha sido ofrecido por el Señor. Hoy nos lo explica claramente en esta parábola: 



            «Un hombre dio una gran cena y convidó a muchos; a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los invitados: ‘Venid, que ya está todo preparado’. Pero todos a una empezaron a excusarse. El primero le dijo: ‘He comprado un campo y tengo que ir a verlo; te ruego me dispenses’. Y otro dijo: ‘He comprado cinco yuntas de bueyes y voy a probarlas; te ruego me dispenses’. Otro dijo: ‘Me he casado, y por eso no puedo ir’. 

»Regresó el siervo y se lo contó a su señor. Entonces, airado el dueño de la casa, dijo a su siervo: ‘Sal en seguida a las plazas y calles de la ciudad, y haz entrar aquí a los pobres y lisiados, y ciegos y cojos’. Dijo el siervo: ‘Señor, se ha hecho lo que mandaste, y todavía hay sitio’. Dijo el señor al siervo: ‘Sal a los caminos y cercas, y obliga a entrar hasta que se llene mi casa’. Porque os digo que ninguno de aquellos invitados probará mi cena». 

Ponte en el lugar de los invitados, porque tú y yo somos esos invitados que el Señor llama e invita gratuitamente a su banquete. Un banquete eterno y pleno de felicidad. ¿Qué piensas? ¿Crees que eso es de inteligente o estamos embobado y sometidos por el diablo? ¿Cómo podemos rechazar precisamente lo que buscamos con ansiedad?

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