sábado, 10 de septiembre de 2022

¿DÓNDE ESTÁ EDIFICADA TU VIDA?

Quizás no te hayas hecho esa pregunta o no le hayas dado importancia. Tu vida resistirá las tempestades si está bien apoyada. Por tanto, conviene darle respuesta a esta pregunta y edificar tu vida sobre roca solida para que las tempestades, de tu propia vida, no la derrumben. Ahora, se trata de buscar esa roca solida que resista esas tempestades, y no es cuestión fácil. Primero: porque no se encuentra en este mundo; segundo: porque hay que abrir los ojos del alma y levantar la mirada para encontrarla.

Esa Roca que buscamos está tan cerca de ti que quizás sea ese el problema de no verla. Está dentro de ti, en lo más profundo de tu corazón como un Tesoro escondido que, descubierto, te dará la fortaleza y la consistencia para superar todas esas tempestades que la vida te presenta. Es la sustancia de la que está hecha tu corazón – el amor – donde tendrás que apoyar tu vida. Un amor sostenido en el Amor Misericordioso de Dios. En Él encontrarás la fortaleza para resistir todos los embates de la vida.

Y estando en Él tus frutos serán buenos. Porque, cuando es el Amor de Dios lo que inunda tu corazón, tus frutos será productos del amor bueno y misericordioso semejante a Dios. Pero, si dejas que tu corazón lo inunde el mundo, demonio y la carne, tus frutos serán dañinos y reflejos de esa maldad perversa que se instala dentro de tu corazón.

 

—Es así, el mal nace en el corazón del hombre. Un corazón que se deja arrastrar por la concupiscencia, las pasiones, las riquezas y el afán de poder —comentó Manuel.

—¿Y por qué ocurre eso? —preguntó Pedro.

—Porque nacemos manchados por el pecado original. Nuestra naturaleza es débil y fácil de ser seducida por el pecado, y de nos estar bien posicionado y fundamentado en el Señor, te seduce y te arrastra al mal.

—Conviene entonces no descuidarse y permanecer junto al Señor.

—Ser constante y perseverante y confiar plenamente en Él, aunque vengan tiempos malos. En y con Él superaremos todas las tempestades.

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