Una vez arrestado
Juan, Jesús empieza su misión. Se trata del vivir cada día en la presencia de
su Padre. Se ha cumplido el tiempo y está cerca el Reino de Dios. Tan cerca que
es el mismo quien lo presenta y lo es. Llama a la conversión y a creer en el
Reino de Dios. Y pasando por Galilea empieza a formar el grupo que será más
tarde el colegio apostólico, pilar de la Iglesia hasta nuestros días.
Llama a Simón –
Pedro – y a Andrés su hermano. Un poco más adelante a Santiago y a su hermano
Juan y todos responden a su llamada y se van con Él. Desde ese momento el
anuncio de la Buena Noticia esta, en términos radiofónicos, en las ondas y
desde ese día no se ha dejado de anunciar. Hoy la Iglesia continúa esa labor
con las dificultades y diferencias que muchos han establecidos tomando otros
caminos. Pero, la Iglesia sigue firme y fiel a Pedro, el primer Papa, y al colegio
apostólico formado por los apóstoles.
Aparecen nuevos apóstoles que se añaden a la Iglesia para continuar la misión de seguir anunciando la Buena Noticia. Y la pregunta que nos surge es: ¿Anunciamos también nosotros que Jesús Vive y está entre nosotros? Porque, también nosotros hemos sido llamados a dejar nuestras redes del egoísmo, de la soberbia, de la comodidad, del individualismo de...etc. Y desapegado de todo aquello que nos contamina y nos esclaviza, anunciar la Buena Noticia de que hemos sido liberados del pecado y llamados a vivir eternamente felices.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Compartir es esforzarnos en conocernos, y conociéndonos podemos querernos un poco más.
Tu comentario se hace importante y necesario.