martes, 12 de julio de 2011

¿CÓMO SE SIENTE EL SEÑOR RESPECTO A MÍ? (Mt 11, 20-24)

En aquel tiempo, Jesús se puso...

Anoche fue una de esas noches en que piensas tirar la toalla, en las que te das cuenta de tu pobreza y limitaciones; en las que, minutos después, tomas conciencia que has vuelto a meter la pata, a tropezar con la misma piedra, a volver a estropearlo todo. Miras hacia atrás que caes en la cuenta de que has vividos muchas noches como esta.

Hoy, JESÚS, nos habla de dos ciudades, Corozaín y Betsaida, que rechazaron su mensaje a pesar de tantas señales y milagros que hizo entre ellas. Y se siente decepcionado porque donde había hecho casi todos sus milagros no hay respuesta a su Palabra. Eran las ciudades y gentes a las que se sentía más cerca, con las que más había hablado y obrado entre ellas. 

Corozaín, Betsaida y Cafarnaúm habían sido las más privilegiadas por sus Palabras y sus obras, incluso, en Carfanaúm tuvo su residencia. Sin embargo, los frutos brillaron por su ausencia. ¿De qué ha servido tanto mimo? Al final, le dan la espalda como todas.
Pero, ¿qué pasa conmigo, con nosotros que también estamos cerca, o al menos lo creemos? ¿No nos estará ocurriendo igual? ¡Cuantas veces sufrimos esa misma decepción! Con dolor e impotencia comprobamos que horas y años de nuestro trabajo pastoral no han servido para nada. Y comienza nuestra desesperación, el ánimo evangelizador por los suelos. Nuestra cabeza se llena de pensamientos de huida, de regreso a Emaús.

No dejes, SEÑOR, que me pierda en la desesperación
y en la desilusión. No permitas que me aparte de
mi propia cruz, y que apoyado en TI sea 
capaz de cargarla y llevarla.

Necesito tu ánimo, tu fortaleza, tu ilusión, tu fe
y amor por el PADRE. Devuelveme la ilusión
de mi primer amor, fortalece mi fe, y
enciende en mi la llama de la 
esperanza y el amor. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es esforzarnos en conocernos, y conociéndonos podemos querernos un poco más.

Tu comentario se hace importante y necesario.