jueves, 20 de octubre de 2011

EL FUEGO ESTÁ ENCENDIDO

Lucas 12: 49-53

Cuando te planteas amar estás planteando una guerra interior que no va a dejarte descansar, porque cuando descansas dejas de amar. El amor te mantiene siempre activo, atento, presto y dispuesto al servicio, a darte, a sacrificarte, a desvivirte, a dejarte incluso la vida por el ser amado. Realmente, no hay descanso. Eso lo saben bien los padres respecto a sus hijos. Responder a su vocación de padre es una lucha constante.

Por eso, JESÚS nos plantea hoy la guerra. Nos dice que no ha venido a traer la paz sino la división entre las familias, entre los hermanos, entre tú y yo, porque el amor nos inclina hacia el bien, hacia no dejarnos conducir por nuestros sentimientos y pasiones y, por lo tanto, eso nos enfrenta con nosotros mismos, nuestra lucha personal. 

Estamos inmersos en una cultura de muerte, de egoísmos, de ambiciones, de bienestar, de explotaciones, de injusticias, de ideologías...etc. Son nuestros mundo - demonio y carne que nos tientan y nos disponen a una lucha sin cuartel. No hay otro camino sino el abrazar la cruz de nuestra vida con el amor que nos abraza, pero que nos enciende la llama de esperanza y gozo en el SEÑOR, siguiendo su propio camino. 

Porque, el otro, el buscar la paz y felicidad en las cosas, en la mentira, en la indiferencia, en la huida y en el bienestar, sabemos como termina y a donde nos lleva. Sólo en la lucha, desde el ESPÍRITU SANTO, injertados en XTO. y agarrados a su Cruz, nos lleva al gozo y felicidad de la vida eterna que buscamos.

Sí, DIOS mío, sé que seguir a JESÚS es
doloroso, es morir cada día a mí
mismo, pero también sé
que ese es el camino
que salva y que
conduce a
la vida eterna. Amén.

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