martes, 2 de abril de 2013

ANSIEDAD Y DESEOS DE BÚSQUEDA

(Jn 20,11-18)


Esa es la actitud primera y necesaria para encontrar, porque aquel que no se empeña en buscar, no encuentra. Jesús nos advierte que tengamos esa actitud de insistencia y de búsqueda, pues quien no busca, no encuentra. Se hace necesario primero buscar desesperadamente el Agua que salta hasta la Vida Eterna, de la misma forma que la cierva busca el agua para calmar la sed.

Las mujeres visitaron el sepulcro. Sentían necesidad de perpetuar su vida junto al Maestro. Como la cierva busca corrientes de agua fresca, así las mujeres buscaban ver y cuidar del Señor su Maestro. Y quien busca con tanta desesperación y vitalidad, encuentra, no la muerte, sino la Vida.

Porque nuestro Señor Jesús ha Resucitado, está Vivo, y vive entre nosotros y para nosotros. Nos invita a la Resurrección, a resucitar nosotros también como y con Él. Él es el Camino, la Verdad y la Vida, y cada uno de nosotros seremos en Él Vida eterna por su Amor. Estamos llamados, por la Vida de la Gracia, que nuestro Padre Dios nos regala gratuitamente por la Muerte y Resurrección de su Hijo Jesús, a vivir eternamente en su presencia como verdaderos hijos de Dios.

Pero no olvidemos que primero tenemos que poner nuestra libertad en sus Manos, y empeñarnos en buscarlo y seguirlo, haciendo de Él nuestro alimento diario para el camino.

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