(Lc 12,49-53) |
El camino exige estar despierto, y estar despierto no consiste en espabilarse para tomar todo aquello que se pone a nuestro alccance y colma nuestras apetencias e intereses. Estar despierto, en término evangelico, es arder por todo aquello que es bueno para el bien común.
No se trata de quemar para consumir o destruir, sino de quemarse en amor para hacer el bien en aras del bien común.. Jesús ardió y arde en deseos de salvación. Salvación para toda la humanidad, por eso, el Evangelio de hoy nos descubre que Jesús no ha venido a traer la paz que este mundo busca y proclama, sino la guerra, división, enfrentamientos... que provoquen la lucha que establece la verdadera paz, la paz que nace del amor.
Déjemos que prenda la llama de fuego en nuestro corazón y arda amorosamente hasta que seamos capaces de provocar que todo el mundo arda de verdadero amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Compartir es esforzarnos en conocernos, y conociéndonos podemos querernos un poco más.
Tu comentario se hace importante y necesario.