martes, 27 de agosto de 2013

SOY PECADOR, LÍBRAME SEÑOR

(Mt 23,23-26)

Siento miedo y vergüenza de ofenderte y dejarte en mal lugar. Tiemblo solo pensar que mis propios hijos no lleguen a Ti por mis pecados y torpezas, y que mi seguimiento a Ti sea más producto de mi egoísmo e intereses que de transmitirte en espíritu y verdad. 

Soy pecador, Señor, y sé que Tú me quieres y me aceptas tal como soy, pero me propones crecer y mejorar en bondad, justicia y verdadero amor en tu presencia. Contigo y en Ti es posible morir a mi propia voluntad y hacer la Tuya, la Verdadera, la que nos hace felices y nos hermana en justicia y paz.

Hoy nos descubres hasta que punto estás dispuestos a tratar a aquellos que viven en apariencia de mostrarse ante y entre los hombres como seguidores tuyo y luego son falsos, injustos, avariciosos, incomprensivos y mal intencionados. Amigos de lo ajeno y de la mentira para conseguir satisfacerse y hacer su voluntad. Los llamas guías de ciegos, hipócritas que se muestran limpios por fuera, pero rebosantes de robo y desenfreno interiormente.

Estar contigo Señor es caminar y vivir en la Verdad: Límpios por dentro y también si se puede, por fuera. Pero es la disposición interior, el corazón, lo que debe estar abierto a seguirte y entregarse en tu Amor para hacer tu Voluntad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es esforzarnos en conocernos, y conociéndonos podemos querernos un poco más.

Tu comentario se hace importante y necesario.