martes, 2 de junio de 2020

BAJO LAS APARIENCIAS, TODO SIGUE IGUAL

Marcos 12,13-17 – Lo del César, devuélvanselo - Roguemos al Señor
Mc 12,13-17
Da la sensación que el mundo ha cambiado mucho. Si miramos los avances tecnológicos las diferencias parecen abismales. Pensamos que si nuestros abuelos se despertaran no entenderían el mundo que hoy se les podría mostrar y sus asombros serían de muerte. El mundo y las comunicaciones digitales han revolucionado todo, pero el hombre sigue estando en el mismo lugar. Sus ambiciones son las mismas, poder y riquezas y su mundo sigue inmóvil atrapado por estas tres actitudes donde se mueven sus aspiraciones mundanas que lo esclavizan y lo corrompen: Narcisismo, victimismo y pesimismo.

A pesar de los avances tecnológicos, el hombre sigue erigiéndose como centro de sí mismo. Quiere ser como Dios y se atreve a comer de la manzana prohibida. Quiere mandar en su vida y mirarse al espejo de sí mismo para adorarse a sí mismo. Su narcisismo lo pierde y lo destruye. El hombre, a pesar de sus adelantos sigue quejándose de todo lo que se le pone distante y no llega ni a comprender ni a alcanzar. Su justificación y autoengaño es quejarse de todo y hacerse víctima de lo que no le está reservado. Sigue buscando causas que le justifiquen su razón y su poder. Y no las encuentra, porque lo del Cesar es del Cesar y lo de Dios pertenece sólo a Dios.

Y, pese a sus delirios de grandeza no puede evitar el pesimismo de quedarse entre dos aguas y ver el horizonte oscuro hasta perderse en la negrura del paisaje y perder la grandeza y el regalo del Amor de Dios. De ese Dios que le busca, le tiende los brazos y le quiere llevar con Él para compartir su Gloria. Permanece en la oscuridad y pierde toda esperanza de alcanzar ese Infinito Amor de Dios que le llama y le invita a salir a la Luz de la esperanza y el gozo eterno.

Será muy bueno despertar y ver que, a pesar de nuestro poder y aspiraciones hermosas que nos ofrece y presenta este mundo, no hay nada más grande que el Amor de Dios y está a nuestro alcance poder alcanzarlo. Basta dejarnos amar por Él y seguir su Camino.

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