martes, 23 de junio de 2020

UN TRATAMIENTO IGUALITARIO

La puerta estrecha | Frases reflexion, Puertas, Vida
Todos entendemos y estamos de acuerdo que deseamos un trato de igualdad tal y como los demás son tratados. Es decir, yo quiero ser tratado de la misma forma que tú lo deseas para ti. Pero, ¿y respecto a los enemigos? Parece una contradicción que si soy tratado con ofensas por alguien - enemigo - yo le trate bien. Sin embargo, nada más lejos de contradecirse, sino de hacer pleno la capacidad de amar.

Porque, a todos nos gustaría que, nuestros errores sean perdonados; a todos nos gustaría que los demás no nos hirieran con sus iras o no nos ofendieran con sus insultos o no nos juzgaran con sus juicios y que nos amaran a pesar de ser enemigos. Todos quisiéramos ser perdonados cuando estuviésemos en calidad de detenido por enemigo. Todos quisiéramos ser bien tratados y considerados hijos del mismo Padre, que se portarán con nosotros de la misma forma que lo hace el Padre.

Esa es la puerta estrecha por la que tenemos que entrar. La puerta del amor abierto a todos, a los que son amigos y a los que no lo son. Esta es la puerta angosta que nos exige amar incluso a los enemigos. Esta es la perfección de la Ley que ha venido a traer nuestro Señor Jesús, un amor pleno y maduro que acoge y salva  a todos los hombres.

No hay correspondencia lógica entre el amar como a ti te gustaría ser amado, sin una gratuidad que sobrepasa esa equivalencia humana a la que nuestra razón está sujeta. No se trata de dar según recibes, ni hacer un favor por otro favor. Se trata de dar y darse de forma gratuita y sin condiciones. Simplemente por puro amor. Un Amor como experimento que el Padre me da, de manera gratuita, a mí. Porque, el Padre me ama a pesar de mis errores, mis defectos, mis malas intenciones y pecados. Es esa la manera que el Padre quiere que también yo ame. Por y para eso me ha creado con un corazón semejante al Suyo.

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