(Mt 23,27-32) |
Jesús continúa señalando, hoy de forma vehemente, a los hipócritas: (Mt 23,27-32): En aquel tiempo, Jesús dijo: « ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, pues sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera parecen bonitos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia! Así también vosotros, por fuera aparecéis justos ante los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía y de iniquidad. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, porque edificáis los sepulcros de los profetas y...
Y nos preguntamos, ¿hasta qué punto callamos la boca de aquellos que nos importunan y nos denuncia con la verdad? ¿Acaso nos incomodan tales denuncias? Solemos justificarnos alegando que nosotros no hubiésemos actuado como lo hicieron nuestros padres, pero, honradamente, pienso que mentimos.
Y lo digo pensando en mi mismo, porque, en repetidas ocasiones he llegado a pensar que si hubiese nacido en esa época, ¿qué hubiese hecho? ¿Habría salido en defensa de los profetas?
En otras muchas ocasiones he pensado, ¿qué hubiese hecho yo, si de haber nacido contemporáneo de Jesús, respecto a creer en su Palabra y a seguirle? Y, consciente de eso, me pongo en presencia del Señor y me siento un privilegiado por, al menos, querer y desear seguirle a pesar de mis pecados.
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