Mc 2, 1-12 |
Claro, todos
esperaban que curara al paralitico y que este saliera caminado. Pero, los escribas
allí presentes se resisten a ese perdón y tachan de blasfemo a Jesús alegando que
solo Dios puede perdonar los pecados. Saben lo que sucedió a continuación – Mc 2,
1-12 – y no es necesario repetirlo.
Pero lo que sí
importa es nuestra actitud ante estos hechos de Jesús. ¿Pensamos nosotros lo
mismo o, por el contrario, creemos en la Misericordia del Señor? ¿Estamos
convencidos que el pecado nos ciega, nos paraliza y nos esclaviza sometiéndonos
a las seducciones de nuestras propias pasiones y de este mundo? ¿Somos capaces
también nosotros de pedir ayuda y auxiliado por otros dejarnos llevar a la
presencia del Señor? ¿O como los escribas nos resistimos a creer en la
Misericordia del Señor que nos perdona y nos libera del pecado? ¿Buscamos
precisamente el perdón de nuestros pecados que es lo que realmente nos libera y
nos salva?
Danos, Señor, la paz y sabiduría para saber discernir tu Palabra y elegir el camino correcto que nos ayude a convertirnos y creer en Ti. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Compartir es esforzarnos en conocernos, y conociéndonos podemos querernos un poco más.
Tu comentario se hace importante y necesario.