Quien mucho ama, mucho se le perdona. Aquella mujer, supuestamente pecadora, había amado mucho y mucho perdón recibe. No son palabras que yo me invento, sino que son Palabras dichas por Jesús: Por eso te digo que quedan perdonados sus muchos pecados, porque ha mostrado mucho amor. A quien poco se le perdona, poco amor muestra.
Y es que para perdonar hay primero que amar. O dicho de otra forma, quien ama está perdonando, porque sin amor no hay perdón. Y quien no ama guarda en su corazón odio, venganza y deseos de destrucción. Solo, amando, nace el perdón en nuestro corazón. El Amor de nuestro Padre Dios es Infinito y, también su Misericordia es Infinita.
Y tú, como también yo, tenemos que esforzarnos, primero en no juzgar para, luego, perdonar movidos por amor. Así nos perdona nuestro Padre Dios. Pensemos que cuando perdonamos estamos, al mismo tiempo recibiendo el perdón de nuestro Padre Dios.
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