miércoles, 10 de abril de 2024

EL SEÑOR JESÚS VINO A ESTE MUNDO, NO PARA JUZGARNOS, SINO PARA SALVARNOS.

La fe nos salva y nos libera del pecado de este mundo. Creer en Jesús, el Hijo de Dios, significa seguirle, escucharle y adecuar nuestra vida según su Palabra. Y es eso lo que nos devuelve la dignidad de hijos de Dios y nos salva.

No ha venido el Hijo, nuestro Señor, a juzgarnos, sino a anunciarnos esa Buena Noticia: estamos salvados porque el Padre ha querido que por los méritos de su Hijo, nuestro Señor, nuestros pecados sean perdonados. Y eso comporta, claro, que pongamos toda nuestra confianza en la Palabra del Señor, la escuchemos y la cumplamos.

Y hoy, y cada día, el Señor sigue anunciando e Infinitol Amor Misericordioso de su Padre caminando junto a nosotros en el Espíritu Santo, que nos asiste, nos ilumina y nos mueve a anunciar también esa Buena Noticia.

Sin embargo, el Padre, sabiendo de nuestra debilidad y caídas, ha querido que tengamos la oportunidad de arrepentirnos, de propósito de enmienda y de ser perdonados por la Pasión y muerte de su Hijo, por la que, nuestro Padre Dios nos da su Infinita Misericordia.

Dicho de otra forma, estamos salvados. Dios, nuestro Padre, ha dejado en nuestras manos la oportunidad de elegir nuestra salvación. Ella pasa por creer en la Palabra de su Hijo, nuestro Señor, y llevarla a cumplimiento en nuestra vida. Con su Pasión y muerte de Cruz, Jesús, el Hijo de Dios, por mandato de su Padre, aceptado libre y voluntariamente, nos ha dada esa posibilidad, por la fe, de salvarnos. De manera, Dios, nuestro Padre, ha dejado nuestra salvación en nuestra elección.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es esforzarnos en conocernos, y conociéndonos podemos querernos un poco más.

Tu comentario se hace importante y necesario.