domingo, 14 de abril de 2024

SORPRENDIDOS Y CONFUNDIDOS: NO ATINABAN A CREÉRSELO.

Creo que incluso lo comprendemos desde la gran distancia en el tiempo que nos separa de los apóstoles. Tampoco a nosotros nos resulta fácil ahora creérnoslo. Tenemos el testimonio escrito de los apóstoles, de la Iglesia que ha ido transmitiendo la Resurrección del Señor a través de los siglos, pero nosotros y cada generación correspondiente seguimos desconfiando y poniendo pegas.

Es evidente que sin fe no podemos dar un paso, y menos tener un encuentro serio y profundo del Señor. Se hace necesario creer, fiarnos del testimonio apostólico, de la Iglesia y de la Palabra del Señor. Y, sobre todo, de abrirnos a la acción del Espíritu Santo.

Todo se ha cumplido en Él. Estaba escrito y trazado ya el plan de salvación que el Padre había pensado para su Hijo, y para recuperarnos devolviéndonos la dignidad de hijos y liberándonos de la esclavitud del pecado. Pero, somos tercos, preferimos las cebollas y la esclavitud de Egipto al camino, aunque de cruz, del desierto que nos lleva al encuentro con el Señor y a participar de la Gloria Eterna. Pidamos al Espíritu Santo, que nos acompaña desde la hora de nuestro bautismo que nos abra los ojos, el entendimiento y aumente nuestra fe.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es esforzarnos en conocernos, y conociéndonos podemos querernos un poco más.

Tu comentario se hace importante y necesario.