Nada que no se
comparta te dará alegría y gozo. La vida se hace gozo, felicidad y eternidad en
la medida que la entregues y la compartas. Ese fue el anuncio de la Buena
Noticia que trajo Jesús, y que lo testimonió con su Vida y Obras. El resumen de
su Vida fue: «Un Amor Misericordioso hasta entregarse en
una muerte de Cruz».
Y así lo dijo, una
y mil veces, a sus apóstoles. El Evangelio de hoy así lo expresa: (Lc 9,43b-45): En
aquel tiempo, estando todos maravillados por todas las cosas que Jesús hacía,
dijo a sus discípulos: «Poned en vuestros oídos estas palabras: el Hijo del
hombre va a ser entregado en manos de los hombres». Pero ellos no entendían lo
que les decía; les estaba velado de modo que no lo comprendían y temían
preguntarle acerca de este asunto.
Ahora podemos preguntarnos: ¿Lo entendemos nosotros, o respondemos como los apóstoles? Tu, también yo, tenemos la palabra y la respuesta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Compartir es esforzarnos en conocernos, y conociéndonos podemos querernos un poco más.
Tu comentario se hace importante y necesario.