lunes, 13 de enero de 2025

LA ATRACCIÓN DE JESÚS

No se puede entender de otra forma. Aquellos hermanos, Simón y Andrés, Santiago y Juan, dejaron todo y le siguieron. Quizás no fue de forma inmediata, pero eso no importa ni interesa, lo verdaderamente importante es que le siguieron y, gracias a ellos y otros, hoy nosotros conocemos a Jesús. Y salta la pregunta: ¿También nos entusiasma como a aquellos hermanos, hasta el punto de seguirle?

Evidentemente, la atracción de Jesús tendría que ser inexplicable, no la entenderíamos sino hasta experimentarla. Y eso debe preocuparnos y animarnos a acercarnos a Él, a escucharle atentamente y a descubrir que tiene Jesús que nos llena de esperanza, de gozo, de alegría y felicidad.

Me pregunto, ¿por qué a Simón, Andrés, Santiago y Juan de entre otros muchos pescadores que se encontraban en esos momentos en el mar de Galilea? ¿Porqué a unos tres talentos, a otros dos y a otros uno? El Señor sabrá porque lo hace así. A ti y a mí, al menos eso pienso yo, no nos corresponde preguntárnoslo. Tampoco lo entenderíamos. Cada cual tendrá su papel y su cruz según la Voluntad del Señor.

Él es nuestro Creador. De Él partimos y a Él regresamos, y en Él seremos eternamente felices como todo padre quiere respecto a sus hijos. Y esa apreciación tan simple me llena de esperanza y de gozo: Si mis padres de aquí abajo se han preocupado por mí y mis hermanos, y nos han dado todo, incluso perdonados nuestros pecados, ¿cuánto más no nos dará nuestro Padre del Cielo?

Y esa es la Buena Noticia: Se ha cumplido también para nosotros el plazo, está cerca el Reino de Dios, para convertirnos y creer en la Palabra de Jesús – el Evangelio – e impregnarnos de su Amor y Misericordia.

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