Amar es servir y cada
servicio, por amor, es un abrazo a un sí como respuesta a hacer la Voluntad de Dios.
Experimentamos, sorprendentemente, que la solución de un mundo en paz pasa por
ahí, el servicio mutuo, que está contenido en el amar como Jesús nos ha amado y
nos ama actualmente. Porque, no está muerto, sino que Vive, pues ha Resucitado.
Sin embargo, contradictoriamente, el mundo rechaza esa propuesta de servicio por
amor.
Jesús avisa, anticipa lo que va a suceder y nos lo deja claro: “(Jn 13,16-20): Después de lavar los pies a sus discípulos, Jesús les dijo: «En verdad, en verdad os digo: no es más el siervo que su amo, ni el enviado más que el que le envía. Sabiendo esto, dichosos seréis si lo cumplís. No me refiero a todos vosotros; yo conozco a los que he elegido; pero tiene...
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