jueves, 4 de noviembre de 2021

INCLUIR O EXCLUIR

Lc.15, 1-10

La pregunta es, ¿incluimos o excluimos? Porque, no podemos negar que hay personas a las que excluimos de nuestro ambiente, a las que hemos - previamente - seleccionados y excluidos de nuestras relaciones. Y, por otro lado, incluimos a aquellas que nos parecen favorables para nuestros intereses. Para un creyente, la pregunta es inminente, ¿excluyes según tus ideas, intereses o gustos, o incluyes atendiendo a los mismos?

Conocemos que la sociedad mantiene una resistencia selectiva previamente a incluir y, de la misma manera, no aprobada, esa resistencia selectiva, excluye. Lo comprobamos en muchos sectores sociales donde a muchos no se les permite entrar en ciertos ambientes excluyéndolos de los mismos. Sin embargo, Jesús piensa de otra manera y siempre incluye. Es más, entrega su Vida para incluir y atraer a todos a la Misericordia de su Padre.

En esa dinámica, Jesús nos relata dos parábolas incluyentes, "La oveja perdida" y "La moneda perdida", donde se propone una búsqueda y se le da una gran importancia tanto a esa pequeña oveja perdida como a la insignificante moneda. Ambas son del interés de sus respectivos dueños que no se plantean juzgar sus actos ni el motivo de sus pérdidas, sino buscar y acoger alegrándose del encuentro, de la recuperación hasta el momento de festejarlo y compartirlo.

Precisamente, por el Amor Misericordioso de Dios todos somos incluidos y llamados a compartir esa alegría de encontrar el verdadero camino al gozo eterno.

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