Se hace difícil negarse, sobre todo cuando la negación consiste en verte a ti mismo como un ser inacabado, imperfecto, lleno de apegos y obstáculos que te impiden darte y servir a los demás como te gustaría que te sirvieran a ti. Pero, más difícil es todavía observar que otros te lo echan en cara y tienes que reconocerlo y aceptarlo.
Y se hace más difícil porque eso ayuda poco. Cuando te lo dicen en tu propia cara y no aceptan que eres así, duele mucho más. Porque te ves impotente de cambiar y se te hace todo cuesta arriba. Necesitas tiempo y comprensión para ir, poco a poco, venciéndote a ti mismo y encontrando las fuerzas necesarias para poder superarte.
JESÚS tuvo mucha paciencia con los Apóstoles, y nuestro PADRE DIOS nos espera y soporta de forma misericordiosa, a pesar de nuestro rechazo e indiferencia, incluso de insultos y desprecios. El hijo prodigo no esperaba ser recibido como el padre lo recibió. Esa debe ser la manera de comportarnos con los demás. De forma paciente y misericordiosa.
Quizás, muchos se pierden en la oscuridad porque no reciben la luz que les ayude a alumbrar sus vidas. Entrar por la puerta estrecha supone tener paciencia con aquellos que nos hacen la vida más dura y la carga más pesada. Busquemos aliviarla en CRISTO.
Dame SEÑOR la fuerzas necesarias para soportar
con paciencia y paz todos los avatares,
dificultades y obstáculos que
la vida me depara.
Y dame la Gracia de poder superarlos injertado
en TI y guiado por el ESPÍRITU SANTO. Es
el único camino que me conduce a
encontrar y atravesar esa
puerta estrecha que
me lleva a la
verdadera felicidad. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Compartir es esforzarnos en conocernos, y conociéndonos podemos querernos un poco más.
Tu comentario se hace importante y necesario.