jueves, 13 de junio de 2019

PODER PARA DAR LA VIDA ETERNA

Resultado de imagen de Jesucristo, sumo y eterno sacerdote
El Evangelio de hoy vuelve sobre la oración que Jesús dirige a su Padre y le pide que le glorifique para que Él le glorifique también. Ha recibido del Padre el poder de dar la vida. Pero, da la vida a aquellos que creen en El y que lo han recibido como enviado del Padre. También Jesús pide al Padre por todos los que le ha dado y hace un matiz que debe llamarnos mucho la atención. No le pide por el mundo, sino por los que Tú me diste, porque son Tuyos. Es decir, que los que se quedan en el mundo y quieren pertenecer al mundo rechazan a Dios y se alejan de su pertenencia.

Jesús nos ha dado la Palabra recibida del Padre y el mundo nos odia porque rechaza la Palabra proclamada y enseñado por Jesús. Nosotros, al escuchar la Palabra y seguir a Jesús, no pertenecemos al mundo y, el mundo, nos odia como también odia a Jesús. Ahora, tendremos que vivir en el mundo pero auxiliado por el Espíritu de Dios de las tentaciones y amenazas del Maligno que quiere alejarnos del Señor.

Nuestra fortaleza y confianza está en el Señor que está a la derecha del Padre y ruega por nosotros y por todos los que creen en Él por nuestra palabra para que seamos uno como el Padre y el Hijo son uno. La unidad es la meta y esa es el fruto del amor. Porque, para ser uno necesitamos amarnos como se aman el Padre y el Hijo. Es ese el mensaje del Señor, que nos amemos unos a otros como Él nos ama. Y a esa unidad y amor deben ir dirigidos todos nuestros esfuerzos y nuestras prácticas. 

Eso es lo fundamental tal y como decíamos ayer. No debemos pararnos en costumbres y tradiciones que, si son partes de nuestro acerbo cultural y debemos sostener, no son lo más importante ni lo fundamental que nos ha enseñado Jesús. Lo importante es la persona humana, centro del amor de Dios, que le ha dado la dignidad de ser su hijo y que está llamada a compartir su Gloria junto a Él. Por eso, todos nuestros esfuerzos deben ir dirigidos a servirnos en la verdad y la justicia amándonos como Jesús nos ama.

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