Lc 12,13-21
Parábola del rico insensato
A
través del Plan diseñado por Dios a lo largo del Antiguo y Nuevo Testamento,
podemos ver la idea y el estilo que Dios nos propone y nos anuncia, en su Hijo
Jesús, Nuevo Testamento, su idea con nosotros, sus criaturas preferidas creadas
precisamente a su imagen y semejanza. Dios, nuestro Padre, nos quiere felices y
eternos. Nos ha revelado que quiere compartir su Gloria con todos los hombres –
sus criaturas – preferidas y amadas. Y, la prueba de todo ello es la entrega de
su Hijo a una muerte de cruz por Amor. Un Amor Misericordioso que nos libra y
rescata del pecado dándonos la dignidad perdida de hijos.
Por todo ello, tengamos muy en cuenta que todo lo de aquí abajo es pura vanidad. Nada importa si todo no va dirigido y encauzado a dar gracias a Dios. Si todo lo recibido y conseguido en este mundo no nos sirve para acercarnos y vivir en la Voluntad de Dios. En caso contrario, como el ejemplo de la parábola que Jesús nos expone en el Evangelio de hoy, todo es vano y no nos sirve para nada. Se queda todo en este mundo. Solo Dios importa y nos da plenamente esa felicidad eterna que buscamos.
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