viernes, 18 de mayo de 2012

LO QUE CUENTA ES EL FINAL

 Juan 16, 20-23a

Hay un dicho popular que dice: "quien ríe el último, ríe dos veces", o algo parecido. Lo importante es que lo verdaderamente importante es siempre el resultado final. De nada sirve vivir bien para terminar mal. Y eso tan importante para nuestra vida es lo que nos promete Jesús hoy.

«En verdad, en verdad os digo que lloraréis y os lamentaréis, y el mundo se alegrará. Estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en gozo». Es decir, al final todo sufrimiento, dolor, tristeza, sacrificio, entrega y servicio por los demás se convertirá en alegría. Toda vida dada, y eso supone sacrificio, será recompensada.

Pero es que en el trayecto de darte al servicio de los demás experimentas también gozo y paz. Todos sabemos que cuando haces algo desinteresadamente y bueno por alguien, no te sientes mal, sino todo lo contrario. Experimentas un bienestar,  una paz y alegría interior que te llena de gozo y satisfacción. ¿No es así?

Jesús nos pone el ejemplo de la mujer en cinta. Cuando se aproxima la fecha del parto, todo son nervios, preocupaciones, miedos... La angustia y el miedo la atenaza y siente tristeza ante el sufrimiento y dolor que le puede esperar en el parto. Pero nacido el niño la alegría es inmensa, y todo dolor se olvida y se da por bueno. El gozo de tener un hijo lo llena todo.

Pidamos al Espíritu Santo que nos tome de la mano, nos fortalezca y nos conduzca por el camino de dar a luz nuestra propia fe alimentado por su Gracia. Pidámosle que, como niños cogido de la mano de sus padres, nos dejemos llevar confiados hacia la alegría última de encontrarnos con el Padre Dios. Amén.

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